WRUIMBERG J. GARRIDO B.

     A los 12 años comencé una carrera como actor, formándome en un área que más adelante me podría en ventaja sobre muchos y de cuya experiencia obtendría diversos provechos.

​

    A los 17 años, ya en la universidad y con una ambición muy grande de aprender todo lo que estuviese a mi alcance, vi la oportunidad de entrar en una empresa de repuestos, circunstancias que no reproduciré aquí.  Mi desempeño, ganas y esfuerzo, permitieron que en poco tiempo me ofrecieran encargarme del nuevo proyecto de mi jefe, una farmacia virtual, el cual lleve a cabo con muchas ganas, a la par que seguía estudiando, haciendo teatro y televisión. Tiempo después, para recibirme de abogado, debía realizar pasantías en un ente del estado y gracias a mi padre, quien ocupaba un cargo gerencial, me permitieron realizarlas en la Consultoría Jurídica de un Importante Aeropuerto de Venezuela, allí aprendí tantas cosas de la mano de la consultora, una abogada brillante que había ocupado altos cargos durante toda su carrera.

​

    Durante mi estancia, tuve la oportunidad de colaborar con importantes proyectos, como el dictamen sobre el Estatuto de la Función Pública, una ley novedosa que vendría a sustituir la Ley de Carrera Administrativa y que dicho sea de paso, una de las primeras leyes que emanaban del presidente de la República en ejercicio, gracias a la tan conocida “Ley Habilitante”, así como también el dictamen sobre la Ley de Aviación Civil, las cuales permitieron desarrollar en mí, esa meticulosa forma de redactar, de investigar y de presentarme como orador en público, ya que entre mis funciones estaba viajar por todo el territorio nacional demostrando en conferencias las debilidades de esta última ley y los vicios legales que presentaba, para su posterior enmienda.

​

     Un giro del destino causo que me mudará de estado o de provincia como en otros países se les suele llamar, otra prueba más en mi vida y otro motivo de “cambio”, nuevas personas, crear relaciones y buscar fuentes de empleo en un lugar desconocido y nuevo para mí, pero que demostraría una vez más, que de los cambios hay que aprender, adaptarse y descubrir las cosas positivas de donde puedes apoyarte para salir muy bien parado. 

​

     Pronto instale una oficina con ayuda de mi madre, quien también sería mi socia y nos embarcamos en esa nueva etapa de oportunidades que nos ofrecía la vida.  Debo decir que nos iba muy bien, mi madre ejerciendo su especialidad y yo, encaminándome hacia lo que ya había aprendido, siendo mi principal interés el área laboral y empresarial, con una clientela en auge y expansión.

​

     Otro giro del destino, la crisis de la edad, buscar tu lugar en la vida o como lo quieran llamar, hizo detener mi carrera profesional y pensara en continuar mi carrera actoral, desarrollando toda una estrategia para entrar en uno de los canales de TV del Estado donde vivía y, debo decir que la creatividad me ayudo. Sin reproducir la forma asombrosa que me puso en contacto con la productora general de ese canal, logre una prueba y al final, ser el conductor de su programa más importante, emprendiendo un camino de éxitos tanto en pantalla, como vendedor de mi propio espacio, alcanzando a lo largo de esta hermosa etapa, la conducción de dos programas de televisión y uno radial. Durante ese periodo seguí formándome como abogado, preparándome en la especialidad del derecho laboral y en el ámbito del derecho corporativo, en espera de aquella oportunidad, que llegaría luego de manos de uno de mis clientes “patrocinante publicitario” de uno de mis programas, a quien hoy le debo su amistad, sinceridad, apoyo absoluto y un sinfín de cosas, las cuales agradezco y a quien estimo y quiero con todo mi corazón.

​

     Resulto que un día pidió mi asesoría sobre un caso de accidente laboral suscitado en la empresa de uno de sus amigos, asegurándole de mi parte que podría ayudar a resolverlo, siempre me he dicho “no rechaces una oportunidad por muy grande o pesada que parezca”, así que, por muy nuevo que resultaba para mí ese reto tan grande, lo afronte y me prepare para resolverlo lo mejor posible. 

​

     Mi cliente termino siendo muy exigente y me pidió algo “imposible”, que por secreto profesional no puedo reproducir aquí, confieso que me abrumé, llegando a cuestionar mi capacidad de continuar, pero una vez más, me dije que si no resolvía eso, no podría entrar a un círculo tan cerrado como la comunidad china, así que, me prepare para la “batalla”, buscando meticulosamente, como una vez aprendí. Un solo detalle, mínimo pero certero, me permitió ganar con creces una demanda “imposible”, convirtiendo una luz, en un enorme sol brillante y lleno de oportunidades, la cual no paro desde ese momento. 

​

     Conocí tantos empresarios, contrate con tantos clientes, que logre una inmensidad, tomando decisiones en mi vida y cambiando una vez más, dejando la tv y la radio, para ejercer plenamente mi carrera de abogado, prometedora por demás.  Para no hacer larga esta historia, solo diré que el crecimiento fui infinito, dinero, viajes, carros, lujos y más, manejándome en un área diferente a lo normal de cualquier abogado de mi misma especialidad, desempeñándome en la asesoría laboral, corporativa y de negocios, llegando también a aconsejar y orientar a mis clientes en la toma de decisiones y en su vida personal, situación que me indujo más adelante a estudiar Gerencia de Negocios y coaching.

​

     Los giros del destino han estado presentes siempre en mi vida y nunca los he visto más que como una nueva oportunidad, ¿Qué si me han dado miedo? La respuesta es: siempre; pero el tiempo pasara igual y no sabrás nunca que pasaría si no las tomas. ¿Qué me hizo estar aquí hoy?, todo lo que viví y como lo decidí.

​

     A finales de 2016, otro evento, esta vez desafortunado, permitió que tomara otra decisión, luego de un secuestro a mi familia y a mí, plagado de robos, insultos, maltratos, humillaciones, amenazas de muerte y de todo un clima de terror, provocado por uno de los Sindicatos, que por hacer bien mi trabajo, debo destacar, disolví, arremetió contra mi integridad por venganza.  El miedo a que se repitiera la situación y sobre todo la vida de mi familia, hizo que drásticamente saliera de mi país y me radicara en otro, lejos de mis hermanos, padres, hijas, nieta, sobrinos y amigos.  Nuevamente vi ese momento horrible como otra oportunidad, la oportunidad de hacer lo que me gusta, lo que ya venía haciendo con mis clientes, amigos y familiares pero ahora dejaría de ejercer litigios y me dedicaría solo a esto, a asesorar empresas, trabajadores, personas comunes, instituciones y los orientaría a lograr sus objetivos.  Lo había hecho tantas veces, lo disfrutaba tanto, que ahora sería el momento de empezar nuevamente.

​

     Empezar no es malo, encontrar eso que buscamos cada vez que comenzamos es tan sabroso, te carga de adrenalina, de vitalidad y te reencuentra con ese motor que te hace hacer lo que menos piensas, te acerca a tu juventud, a tu niñez, esa época donde te comes el mundo, donde lo único que importa es lograr tus objetivos y no te da vergüenza nada. 

​

     Para terminar esta reseña, bien resumida por demás aunque parezca un poco larga, culminare diciendo que la vida es hermosa, no hay edad para comenzar, no hay límites para hacer algo, no hay lugar equivocado, solo hay oportunidades y el tiempo, tenemos la capacidad para tomarlas o dejarlas y lo único que nos limita es ese tiempo, nosotros decidimos tomar la oportunidad y aprovecharla en el momento preciso de nuestra vida o dejarla pasar y no recuperarla porque el tiempo paso.  Tenemos el poder para hacer grandes cosas, el éxito depende de nosotros, todo es posible, nuestros sueños si se pueden hacer realidad, lo único en contra es el reloj, “hagamos realidad todos nuestros sueños en el mucho o poco tiempo de nuestra vida”, anímate, solo depende de ti…