top of page

ES CUESTIÓN DE ACTITUD…


Hay tres componentes básicos para lograr el éxito en tu carrera, ellos son: Conocimiento, Habilidades y Actitud, las dos primeras sin duda alguna suman muchísimo para desarrollarte y destacarte en cualquier actividad, pero a diferencia de éstas, la última condición (actitud) multiplica todas las posibilidades de éxito, no quiero que se entienda que las otras dos son menos importantes, lejos de ello, pero la actitud constituirá el engranaje perfecto de estos componentes. Con una actitud confiada, pero con pocos conocimientos y habilidades, estás destinado al fracaso, igual lo estarás con muchos conocimientos y habilidades, pero con una actitud inadecuada o sin nada de ella. La actitud representa entonces la cualidad más dominante para destacarte en todo aquello que emprendas, sea en los negocios, tu trabajo, la universidad o en la vida misma.


La Real Academia Española define el término como “el estado del ánimo que se expresa de una cierta manera…. postura del cuerpo de una persona cuando transmite algo de manera eficaz o cuando la postura se halla asociada a la disposición anímica…”, de este definición se desprende que su significado es entones la posición que tomas frente a una situación específica. Para la psicología, la actitud “es el comportamiento habitual que se produce en diferentes circunstancias”, determinando la vida anímica de cada individuo. Por tanto, la actitud es el ánimo con el que enfrentamos una determinada situación, pudiendo ser de forma positiva o negativa. Una, permite afrontar la situación enfocándose únicamente en los beneficiosos que puede brindarle y obtener de ella el mejor provecho; la otra, no permite obtener ningún provecho de la situación por la cual se atraviesa, como resultado conseguiremos sentimientos de frustración, enojo y eventos desfavorables que no dejarán alcanzar los objetivos trazados.


La actitud puede manifestarse en la postura, las palabras, los gestos y en la entonación, por lo que debemos estar atentos al momento de mostrarnos frente ciertas situaciones. Un ejemplo clásico es cuando asistimos a una entrevista de trabajo; el entrevistado se sienta de brazos cruzados, con las piernas cruzadas o con las manos tapando alguna parte de su cara, ¿Qué creen que transmite? La respuesta es una actitud cerrada, que no está seguro de sí mismo y que posiblemente no sea el candidato idóneo para la vacante que estas ofreciendo, aunque en realidad, esa persona pueda ser un individuo brillante y uno de los profesionales más capacitados que jamás contratarías. Otro ejemplo sería un individuo que se sienta en la sala de espera; mientras aguarda por la entrevista, se le ve medio acostado, las los brazos encima de su cabeza y con las piernas estiradas, seguramente la impresión que demuestre sea de una persona despreocupada, perezosa y poco profesional, que de ninguna manera contrataras para trabajar contigo. Estos dos ejemplos demuestran una actitud negativa y pocas veces lograras con ella alcanzar los objetivos que te traces.


“No es lo que decimos, sino como lo decimos”, esta frase la hemos escuchado tantas veces y resulta tan cierta. La forma como digamos las cosa determinará su alcance y en la entonación está el secreto de su recepción. Podrás pronunciar palabras que su sentido sean inspirar, pero si la entonación no es la adecuada, podría percibirse de manera inapropiada. Un ejemplo podría ser: En una organización, un equipo presenta su proyecto para el cliente más importante y uno de los participantes realiza una exposición brillante, pero por un error técnico, se retrasan las diapositivas, vale destacar que el equipo trabajo duro para lograr el interés del cliente y que en definitiva, se cerrara la negociación. Su jefe, luego de culminar la presentación, le dijo al expositor: “ten más cuidado con los detalles”. Esta oración podría tomarse de varias formas y la diferencia que marcaría entre ser una crítica destructiva o sugerencia positiva, dependerá de la forma y entonación que este jefe le imprimió a la frase, generando cada forma, consecuencias en el equipo, su posterior desempeño y marcando la confianza que estos tendrán para futuras presentaciones, determinando también el tipo de persona y el tipo de jefe que sería, reflejando la actitud que tiene frente a su equipo.


De tal manera que, somos valorados y apreciados por nuestra manera de ser, por la forma como nos comportamos y por cómo actuamos en determinadas situaciones. Nuestros hijos, amigos y familiares nos evalúan por cómo somos, por los que hacemos, por nuestra forma de comportarnos, no por nuestras habilidades o conocimientos. Nuestros hijos no dicen “mi papa es el mejor porque sabe mucho”, no, ellos dicen “mi papa es el mejor por me trata bien, porque jugamos siempre, por cómo es conmigo”. Nuestros amigos no dicen “es mi mejor amigo porque tiene muchas habilidades”, no, ellos dicen “es mi mejor amigo porque es un hombre agradable, porque me hace sentir bien, porque es una gran persona”, en consecuencia, nuestra forma de ser (la actitud), determina como enfrentamos cada circunstancia de nuestro entorno y de ella dependerá nuestro éxito o nuestro fracaso en todos los ámbitos, no es que los demás componentes no sean importantes, de ninguna manera, pero cuando nos sentimos deprimidos o afectados, no perdemos conocimientos ni habilidades, sino que afecta nuestra actitud, nuestra manera de ser, de allí que si queremos lograr resultados positivos en la vida, en el trabajo o en los negocios, tenemos que desarrollar una buena actitud y ser positivos ante cualquier situación, no quiere decir que nos pasemos creyendo que todo es “color de rosas”, que todo es bello, pues no, habrá momentos difíciles, pero lo que marca la diferencia es la actitud con que afrontemos los problemas para hallar la solución.


La próxima vez que te encuentres frente una entrevista, un nuevo trabajo, una nueva conquista, una oportunidad de negocios o simplemente traces una nueva meta, no olvides que la actitud que asumas determinara el éxito en todo lo que emprendas. Todas las acciones que cometemos tendrán una reacción y estas podrán ser positivas o negativas de acuerdo a como la encaremos, recuerda, todo es “CUESTIÓN DE ACTITUD…”.


bottom of page