Cómo influyen las actitudes y emociones en el desempeño en las organizaciones.
Las actitudes y emociones dentro del ámbito laboral habían sido ignoradas por mucho tiempo, visto que las empresas eran consideradas solo lugares de trabajo en donde se acudía para producir al fin y al cabo dividendos, en cuyos sitios no había lugar ni tiempo para las mismas, sin embargo, en la última década los estudios sobre salud laboral, comportamiento organizacional y la profundización de normativas legales que regulan las relaciones entre patrones y empleados, han impactado significativamente de manera positiva en las organizaciones.
Sin lugar a dudas, las emociones y actitudes van a impactar positiva o negativamente en éstas, de allí, la importancia de procurar una buena salud emocional y conductual de los empleados que los gerentes u organizaciones mantienen a su cargo.
Las emociones afectan las actitudes y, por ende, el comportamiento en el lugar de trabajo, lo que repercute en la productividad de la organización. Entre más emociones positivas, más actitudes positivas hacia la organización, las cuales influirán en los empleados, estimulando su creatividad y desarrollando con mayor eficiencia en sus competencias.
Las emociones y actitudes positivas generaran mayor satisfacción laboral, fortalecerá el funcionamiento grupal, determinara el liderazgo, disminuirá la violencia y acoso en las organizaciones, aumentara la resolución de conflicto y facilitara la toma de decisiones, por lo que, es evidente que sí influye en el desempeño de la empresa, resultando en definitiva, en una mayor productividad y alza en sus dividendos.
